Como el puente de Cúpira, la brecha está en que a quien se le está desplomando el país es a Hugo Chávez y no por mala suerte ni por perversidades del capitalismo, sino por la total incompetencia en todo lo que ha propuesto
Algunas encuestas aseguran que la brecha entre ambos candidatos “se
estrecha” o ya no existe; según otras es de varios a puntos a favor de
uno u otro. Pero la brecha entre los dos aspirantes a la Presidencia de
la República comienza por verse en la comparación de discursos y tonos
-fresco, moderado y explicativo, sin alardes, uno; ideológico y espeso,
maquillando viejas promesas y amenazando con hecatombes el otro-, y se
amplía en acontecimientos como el del acto del Presidente Chávez en
Caruachi este lunes pasado.
Rodeado de camisas rojas y mencionando con presunto cariño nombres de dirigentes sindicales de las empresas básicas, el Presidente se lanzó con grandes planes nuevos hasta que los gritos de los trabajadores y las exposiciones en directo de los sindicalistas, demostraron que o ya no le creen o simplemente el Presidente se presentó sin tener idea de la realidad industrial y laboral de Guayana.
No importa si el acto fue suspendido realmente por un micrófono estropeado -caída del audio que de por sí es una muestra de incompetencia- lo que importa es la actitud de los trabajadores y sus líderes sindicales y la demostración contundente que el afecto que puedan sentir por el Presidente no les hace olvidar el rotundo fracaso del actual Gobierno en todas las empresas básicas sin excepción y que además el jefe del Estado simplemente no tiene respuestas para esas reiteradas fallas.
Como el puente de Cúpira, la brecha está en que a quien se le está desplomando el país es a Hugo Chávez y no por mala suerte ni por perversidades del capitalismo, sino por la total incompetencia en todo lo que ha propuesto y ejecutado -o dejado de ejecutar- durante demasiados años, decepcionando además la confianza que millones de venezolanos tenían en él. Una brecha difícil de salvar para quien necesita un camión para visitar a sus seguidores; una brecha por la que circula, con fuerza creciente, una brisa renovadora que podría alcanzar potencia de huracán.
Rodeado de camisas rojas y mencionando con presunto cariño nombres de dirigentes sindicales de las empresas básicas, el Presidente se lanzó con grandes planes nuevos hasta que los gritos de los trabajadores y las exposiciones en directo de los sindicalistas, demostraron que o ya no le creen o simplemente el Presidente se presentó sin tener idea de la realidad industrial y laboral de Guayana.
No importa si el acto fue suspendido realmente por un micrófono estropeado -caída del audio que de por sí es una muestra de incompetencia- lo que importa es la actitud de los trabajadores y sus líderes sindicales y la demostración contundente que el afecto que puedan sentir por el Presidente no les hace olvidar el rotundo fracaso del actual Gobierno en todas las empresas básicas sin excepción y que además el jefe del Estado simplemente no tiene respuestas para esas reiteradas fallas.
Como el puente de Cúpira, la brecha está en que a quien se le está desplomando el país es a Hugo Chávez y no por mala suerte ni por perversidades del capitalismo, sino por la total incompetencia en todo lo que ha propuesto y ejecutado -o dejado de ejecutar- durante demasiados años, decepcionando además la confianza que millones de venezolanos tenían en él. Una brecha difícil de salvar para quien necesita un camión para visitar a sus seguidores; una brecha por la que circula, con fuerza creciente, una brisa renovadora que podría alcanzar potencia de huracán.
Fuente: www.analitica.com
Etiqueta: Venezuela, Encuesta.
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