Días atrás leí en algún sitio, que el señor Capriles, pedía un debate a
su adversario. En esa oportunidad no le presté atención por el cúmulo de
sandeces e inexactitudes que depositado está en su discurso.
Ahora mismo, en un diario afecto o mejor resteado con todos los hierros
con el candidato de la propuesta neoliberal, encuentro una promoción a
favor de ese debate. Por supuesto, si algo hace la oposición, es una
buena coordinación de sus actividades. Ante una consigna, una tarea, una
campaña propagandística, un guarimbeo, todos los medios a su servicio
reaccionan activados por el mismo botón. De manera que la promoción del
diario que he mencionado obedece a lo que antes leí del discurso de
Capriles. Se empatarán, dentro de un vocerío enorme a pedir un debate,
sabiendo de antemano que el presidente no accederá a tal petición.
Obviará ese pedido por una razón elemental, el ganador no hace esas
concesiones al perdedor, menos si la diferencia es amplia y en la recta
final. No tiene nada que ganar.
Pero posiblemente ellos seguirán en el pedido, para intentar crear la
matriz de opinión – que pese todo siempre parecerá un simplismo ante la
inteligencia – del miedo del presidente. De esa manera intentarían ganar
unos votitos inocentes para que la brecha no sea más grande.
¿Cómo creer que en verdad Capriles desee enfrentarse en un debate con Chávez?
Si hay debilidades resaltan en el candidato de la MUD, son su
deficiencia intelectual, escasa formación e información, incapacidad
para hilvanar un discurso, hablar con coherencia y profundidad hasta por
corto tiempo. Por el contrario, entre las relevantes potencialidades de
su oponente están facilidad para discurrir, la cuantiosa información
que maneja, nivel de conocimientos y, sobre todo, una memoria prodigiosa
que ante cualquiera le hace lucir ventajoso. De modo que un debate
entre aquél y éste, sería lo más parecido a una pelea entre burro y
tigre; Capriles lo sabe, aunque él no sea muy dado a entender lo
entendible, y también quienes le asesoran. Por lo que lo de pedir debate
no es más que una “infantil” argucia, un fuego pirotécnico a ver que
sale.
Como es una jugada doble la de Luis Vicente León de Datanàlisis, quien
intenta, manipulando su propias cifras, en un ejerció de calistenia o
masturbación mental, quedar bien con Dios y con el diablo. Reconocer sin
quererlo el triunfo holgado de Chávez, pero al mismo tiempo darle a
Capriles y la derecha toda una esperanza, un clavo ardiente aunque sea,
para que no se calienten con él y, de paso, dejar lo mejor parada
posible a su empresa.
Luis Vicente León, adelantó a fines de la semana pasada, lo que será su
última encuesta, hasta el 16-09. Como primicia la recogió José Vicente
Rangel, en el cierre de su página ”El Espejo”, en “Últimas Noticias”,
del 24-09-12; en ella se dice que Chávez cuenta con el 44% y Capriles
con el 29%, lo que expresa una brecha de 15%.
Hoy miércoles, 26-09-12, como por un tirón enérgico de orejas, León
informa números distintos. Dice que Chávez cuenta con el 49.4% y
Capriles el 39%. Aún siendo eso verdad, esa brecha del 10.4 %, sería
demasiado grande, más si estamos en los finales de la campaña. Pero,
todavía podemos decir, que se trata sólo de los números de Datanàlisis y
en esto, también se puede afirmar que una sola golondrina no hace
verano.
Si hacemos un reconteo del resultado histórico de las otras
encuestadoras, las cuales se pronunciarán próximamente con su último
informe, encontraremos que la brecha a favor de Chávez que ellas han
registrado, está por encima del dieciséis por ciento.
Pero León, de Datanàlisis, para tratar de tapar el entuerto en el que
está metido con la oposición, de la cual forma parte, se inventa una
historia que ni en Macondo sería posible concebirla. Dice que pese a los
números a favor de Chávez, todavía nada está decidido. Sugiere que
Capriles podría ganar con 58.3 % contra el 41.7 % de Chávez. Para que
esto se dé, León espera que todos aquellos que no responden o se
manifiestan como NI-NI, voten por Capriles. En mi pueblo, ante
expresiones o deseos como estos, solían decir: “eso no es más que
alegría de tísico”.
Pero como todavía le queda algo de sensatez, y para dejar sentado lo que
sería su tabla de salvación y prestigio como encuestador y el de su
encuestadora, cuando hablen las máquinas de votación, tuvo que admitir
la posibilidad – que es más que eso, es la tendencia por lo menos más
cerca de lo que habrá de suceder, que los NI-NI y quienes no respondan
se repartan por igual; en cuyo caso, Chávez ganaría con 55.9 % contra
44.1 % de su contendiente, lo que arrojaría una brecha de 14.8; casi la
misma que reveló José Vicente, citando a Datanàlisis, el lunes próximo
pasado.
No obstante, todavía se puede decir, que de estos últimos votantes, lo
lógico es esperar se repartan atendiendo la tendencia; lo que hace
prever una brecha mayor en los propios números de Datanàlisis.
damas.eligio@gmail.com
Etiqueta: Venezuela, Encuesta.
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